La correcta gestión de residuos reduce la contaminación de las fuentes de aguas para las futuras generaciones.

Las municipalidades necesitan un recipiente para facilitar la recolección en las ferreterías de fluorescentes desechados por los usuarios.  La idea es que las personas que compraron fuentes de luz fluorescente puedan retornarlos en el mismo lugar de compra y la entidad pública recoje este desecho peligroso periódicamente.  Los fluorescentes deben ser recolectados sin quebraduras ya que contienen partículas de mercurio, un metal líquido que el cuerpo humano no puede desechar y genera desórdenes mentales en adultos y deformidades en fetos de mujeres contaminadas.  No se deben desechar en la basura tradicional pues el mercurio se liberaría en los rellenos sanitarios, pudiendo llegar a los mantos acuíferos. 

El objetivo de diseño es configurar la geometría del recolector de manera que minimice la probabilidad de que se quiebre al ser depositado.  Además los tubos se venden en varios tamaños, pero los más vendidos al público son los lineales de 120cm y 60cm de longitud, y los compactos con base de enroscar.  Se propuso una configuración diagonal de las cavidades de recolección, una para cada tipo de fluorescente, y una cavidad adicional para recolectar baterías descargadas.  El otro criterio morfológico fue que el recipiente no se proyectara más de 30cm desde la pared, para prevenir la obstrucción del paso en la entrada o los pasillos de una ferretería, lo que lo haría inviable para los propietarios.  Se fabricaron varios prototipos para comprobar la resistencia y usabilidad.

Las instituciones necesitan un recipiente de 50 litros de capacidad para recolectar desechos para reciclaje en sus instalaciones.  En el caso específico de las escuelas públicas el recipiente debe estar fácilmente accesible pero no debe estorbar el tránsito.  El recipiente tiene una forma novedosa que llama la atención y genera recordación. Además se consideró la necesidad de usar bolsas plásticas internamente para que los residuos en los envases reciclables no dificulten su extracción  y el mantenimiento de los recipientes.  Se usaron bolsas plásticas de 50 litros ya disponibles en el mercado para instituciones.

El diseño integra la función de recolección de tres materias en el mismo recipiente, para eliminar los costos de superficies divisorias internas redundantes, lo que optimiza el uso de los materiales y reduce su impacto ambiental. En un primer diseño se usó cartón corrugado para fabricar el recipiente, sin embargo la exposición de los pasillos de escuelas al rocío durante la temporada lluviosa deterioraría el producto rápidamente. Se definió entonces usar la lámina de polipropileno celular como mejor alternativa, por su resistencia al ambiente y su reciclabilidad. La geometría prismática del recipiente ofrece resistencia, un volumen aerodinámico y un lenguaje estético atractivo.  Posteriormente se determinó que ciertos edificios requieren un acabado más elegante para oficinas administrativas, hoteles, aeropuertos, etc. Así que se diseñó una versión en lámina de acero inoxidable AISI 304 con una vida útil de más de 20 años. Esto lo hace un producto de bajo impacto ambiental a parte de que no requiere ni soldadura ni pintura.

El desarrollo inició con la definición de los tamaños de frascos que serían recolectados y con el análisis de las posibles configuraciones del dispositivo para evitar quebraduras y desorden. Se optó por la morfología de estante con repisas inclinadas hacia atrás para estabilizar los frascos. Se realizaron prototipos en cartón corrugado para validar la geometría y la resistencia. A pesar de que el cartón corrugado tiene un bajo impacto ambiental por metro cuadrado, su baja durabilidad lo amplía varias veces, sobre todo en comparación con otros materiales mucho más resistentes a la humedad y a los golpes. Así que el desarrollo final se fabricó en lámina de polipropileno celular reciclable. Se realizaron pruebas de uso y durabilidad para validar el producto. Se agregó un superficie frontal opcional para comunicar el propósito del estante e identificar la institución gestora del proyecto.